Símbolos impregnados por una eternidad de distracción.
Cuando era un niño, siempre estuve desconforme de mi cuerpo. Jamás me gusté. Hoy eso explica mucho mis defectos, metas, personalidad, actitud, pero más que todo esto la seguridad en mí mismo. Inseguridad maldita. Si me topara conmigo mismo en la calle o en un bar, no cabe duda de que no tendría la intención de mirarme ni para saludar por cortesía. Hay días en que amo mi cuerpo. Hay días en que lo odio y huyo a mi cama a pensar en como podría acabar con esto. La inseguridad, gente, es el mayor de mis defectos. Lo admito, lo sé, lo he meditado, lo analizo, pero aún conociendo mi defecto no puedo cambiarlo pues lo que quiero es lo que jamás seré.
Muchas veces esto me explica el porqué busco lo que busco en otras personas. Me encanta admirar el cuerpo de los demás. Siento que el cuerpo humano es perfecto, especialmente el masculino. Cada detalle del cuepo de un hombre es un pensamiento acertado de algun creador del mismo. Es bellísimo. Por supuesto, para muchos la belleza de éste viene en diferentes tallas y portes. Personalmente, creo que me ha tocado el menos admirado.
Tal vez -por otro lado- muchos dicen que les encanta mi cuerpo, que es lindo, sexy. Pero es fácil juzgar a alguien por una foto de perfil en una red social que se maneja por el mismo creador. Lo que quiero decir es que uno manipula lo que quiere que los demás vean. Detrás de cada foto que se publica, existe una selección. Yo? pues yo busco subir la imagen en la que luzco más a mi "yo" modificado a la perfección dentro de mi mente. En el espejo luzco peor. Ahora, me pregunto, ¿Será mi inseguridad lo que me provoca esto?, pero si lo es... ¿No es mi mismo cuerpo el que provoca en mi la inseguridad? ¿Cual es la causa y/o el efecto? Aún exploro mi mente frente al espejo.
Siempre la solución más fácil es la muerte. Pero la encuentro cobarde.
Sólo decir: Que eres el niño más lindo y exquisito, recuerda que nos casaremos y criaremos un hijo.... piensa el nombre. Besos
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